La
guitarra flamenca cuenta con una cuerda que es el elemento vibratorio que origina el sonido en
los instrumentos musicales de cuerda, tales como, el arpa, el bajo, el
contrabajo, o miembros de la familia de los violines, descendientes lejanos de
antiguos instrumentos como vihuelas, fidulas.
Las cuerdas son
segmentos formados por un material flexible que permanecen la tensión de modo
que puedan vibrar libremente. Las cuerdas pueden ser lisas, constando así de un
material único como acero, nailo y oro o tripas de animales. También pueden
poseer un interior de seda, o nailon y entorchadas con hilos de acero, cobre,
plata u oro .Este entorchado tiene la misión de añadir cierto peso y
homogeneidad en la vibración de modo que la cuerda alcance la altura sonora
deseada. Dependiendo de la construcción del instrumento en donde se usen, las
cuerdas usualmente tendrán una bola en uno de los extremos cuya misión es la
sujeción segura de la cuerda al instrumento. Las cuerdas de algunos
instrumentos pueden ir envueltas en seda para proteger la cuerda y evitar su
rotura. El color y el patrón de dicha seda pueden ser utilizados a modo de
identificación del tipo de cuerda, de su altura e incluso de los materiales de
los cuales está fabricada.
Las cuerdas
entorchadas consisten de un centro con un cable o alambre enrollado sumamente
apretado alrededor de él y en espiral, de modo que nunca una fracción de cable
superponga a otra, por los mismos motivos mencionados antes: una fácil y suave
ejecución del sonido.